Soy un tipo raro, me encanta visitar
ciudades congeladas en el tiempo, me gusta visitar cafés olvidados hace
tiempo por los artistas y habitados por nostalgicos, me gusta la mirada
sincera, curtida en miles batallas libradas con el mar, la dureza de sus
rasgos, la sinceridad de sus palabras, me enamora una ciudad en la que
es imposible no sentirse “obrigado” al relojero que un dia decidio
detener el paso del tiempo a orillas del duero, conservando toda una
ciudad y su maravillosa esencia en una enorme barrica de roble francés.
Y es que Oporto tiene que ser degustada
como un buen vino al que da nombre, primero, el olor, suaves toques
amaderados de sus casas (algunas conservadas mejor que otras), a
salitre mezclado con suaves toques afrutados provocados por el duero,
que además de dar vida a la ciudad da personalidad a su aroma.
Después se saborea, lenta y
pausadamente, sin prisas para conseguir captar todos los matices, desde
la magestuosidad de sus puentes (como el luis I) ideados por un
discipulo de Eiffel, hasta sus iglesias, completamente recubiertas de
azulejo, sin la opulencia de otras, pero con un aire mistico
que consigue atrapar al viajero.
Una vez saboreado, digerido lentamente,
tendremos que recrearnos en el buen sabor que se nos queda en la boca,
toques que nos recuerdan a la grandeza de antaño, como su magnifico café
Magestic, aún conservado en pie, magestuoso como su nombre, plantando
cara al tiempo como en ningún otro lugar fuera posible.
La grandeza de Oporto esta en sus
matices, sin grandes monumentos, sin postales tipicas bien localizadas,
una ciudad hecha para visitar andando, para montarse en su tranvía que
aún funciona llevando a sus pasajeros, turistas casi todos, de una punta
a otra de la ciudad.
Pero si hay algo único en Oporto, es una
libreria, la que esta catalogada como la libreria más bella del mundo,
recuerda este nombre, Libreria Lello, porque una vez visitado tu
concepto de este tipo de tiendas va a cambiar para siempre.
Oporto son sus vinos, que curiosamente
estan en otra población, a solo unos metros de Oporto en GAIA. Para
visitar sus bodegas tan solo tendremos que cruzar el puente de Luis I
para saborear unos caldos portugueses repletos del sabor de una uva, que
aún hoy, se sigue recolectando a mano.
Una vez visitada Oporto, ciudad que
quizás se puede visitar en un fin de semana, es aconsejable viajar al
maravilloso AVEIRO, una pequeña venecia portuguesa, con su canales, sus
gondoleros y una magnifica historia por descubrir, a tan solo una hora
de oporto y con unas comunicaciones en tren bastante buenas a precio más
que razonable.
Como llegar
Se puede llegar en coche, en tren o en
avión, pero gracias a los milagros de las Low Cost quizás la mejor
opción desde Madrid es RyanAir, en una hora más o menos y por un precio
de unos 50 euros ida y vuelta puedes estar el aeropuerto de oporto.
Transporte
Desde el aeropuerto en metro, el primer
billete 2,20, pero tienes que guardarlo, porque lo puedes recargar y te
ahorras unos centimos. El resto de viaje, te recomiendo andar, andar y
andar, sin olvidar un maravilloso viaje en tranvia por algo más de 2
euros que te transportara a la playa y a tiempos pasados por el mismo
precio. Para tu viaje a Aveiro, imprescindible, puedes utilizar el tren,
algo menos de 6 euros por persona ida y vuelta.
Alojamiento
Por una media de 60 €, un tres
estrellas, con desayuno y en pleno centro de oporto, eso es lo que yo
encontre en el residencial veracruz, pero las opciones son infinitas y
por supuesto los arcos de precio también.
Comida
Podreis comer sin problemas en los
distintos restaurantes que os encontrareis, el precio es bastante más
bajo que en españa y la calidad es razonable, hay menos por 6 euros
bastante decentes, uno de los platos tipicos de Oporto, es la
Francesinha, para mi gusto, nada especial, pero siempre esta bien
empaparse de la gastronomia del lugar.
Que no debes dejar de hacer
1.- Montarte en el trenecito turistico
que encontrarás a las puertas de la catedral, por 6 euros, te paseara
por oporto y de paso te llevará a una bodega de vino en Gaia con
degustación incluida, así, os ahorrais los 4 euros que suele costar
visitarlas solo y realmente merece la pena.
2.- Tomad Café, los portugueses tienen
un café infinitamente mejor que el español, textura, aroma, no son
comparables, precio tampoco, por 0,80 os podeis tomar una taza de buen
café frente al canal en pleno centro de Aveiro.
3.- Aveiro, la venecia portuguesa, es
imprescindible, por 5 euros por persona os darán un paseo por los
canales en una especie de gondola (aunque más grande con capacidad para
varios pasajeros), y por otros 5 euros por persona podeis hacer un paseo
a pie maravilloso que os descubrira los secretos de esta preciosa
ciudad en algo más de una hora, podeis comprarlo justo enfrente de la
oficina de turismo que aparece en los mapas (en la otra orilla del
canal, la reconocereis por los Seagate en la puerta ).
4.- El crucero de los 6 puentes, por tan solo 10 euros por persona, un maravilloso paseo en barco por oporto.
5.- La playa, parece obvio pero no puedes dejar de verla, aunque quizás no puedas bañarte.
6.- Para que te lleves para siempre el
mejor recuerdo de oporto, deja para el final la Libreria Lello, trata de
visitarla en horarios no turisticos para que puedas mirarla en toda su
grandeza, su decoración, y sus escaleras (en las que se inspiro la
autora de Harry Potter) formarán parte de tus mejores recuerdos viajeros
en la categoría de “lugares de ensueño”.
Que no puedes olvidar
Los portugueses no hablan español, pero
hacen un esfuerzo tremendo por entenderos, y además lo consiguen, por lo
tanto, por favor recuerda estas palabras OBRIGADO
significa gracias en portugues y sería fantástico para la imagen de los
españoles que lo incluyeras en todos tus conversaciones, no cuesta
trabajo y dicen que es de bien nacido ser agradecido.
Y al fin
Lo maravilloso de oporto, es que al fin,
cuando aterrizas en España te das cuenta, que no traes contigo un
recuerdo, sino una sensación, no esperes enseñar fotografías con las que
dejar envelesado a tus conterturios con la torre Eifel, ni siquiera
serás capaz de seleccionar unas cuantas postales y marcarlas con un
“tienes que visitarlas”, lo magico de oporto es ese viaje en el tiempo,
esa sensación de haber vivido algo único, de haber detenido el reloj, de
haber pasado durante unos dias por una ciudad sin prisas, sin grandes
torres ni monumentos, de haber atesorado un cumulo de senaciones
maravillosas, sensaciones de paz y calma que te acompañaran cada vez que
alguien te hable de esta magnifica ciudad, a la que, por mi parte, solo
puedo sentirme tremendamente OBRIGADO.