jueves, 13 de septiembre de 2012

Oporto, una ciudad de ensueño envejecida en barrica de roble francés.

Soy un tipo raro, me encanta visitar ciudades congeladas en el tiempo, me gusta visitar cafés olvidados hace tiempo por los artistas y habitados por nostalgicos, me gusta la mirada sincera, curtida en miles batallas libradas con el mar, la dureza de sus rasgos, la sinceridad de sus palabras, me enamora una ciudad en la que es imposible no sentirse “obrigado” al relojero que un dia decidio detener el paso del tiempo a orillas del duero, conservando toda una ciudad y su maravillosa esencia en una enorme barrica de roble francés.

Y es que Oporto tiene que ser degustada como un buen vino al que da nombre, primero, el olor, suaves toques amaderados de sus casas (algunas conservadas mejor que otras),  a salitre mezclado con suaves toques afrutados provocados por el duero, que además de dar vida a la ciudad da personalidad a su aroma.

Después se saborea, lenta y pausadamente, sin prisas para conseguir captar todos los matices, desde la magestuosidad de sus puentes (como el luis I) ideados por un discipulo de Eiffel, hasta sus iglesias, completamente recubiertas de azulejo, sin la opulencia de otras, pero con un aire mistico que consigue atrapar al viajero.

Una vez saboreado, digerido lentamente, tendremos que recrearnos en el buen sabor que se nos queda en la boca, toques que nos recuerdan a la grandeza de antaño, como su magnifico café Magestic, aún conservado en pie, magestuoso como su nombre, plantando cara al tiempo como en ningún otro lugar fuera posible.

La grandeza de Oporto esta en sus matices, sin grandes monumentos, sin postales tipicas bien localizadas, una ciudad hecha para visitar andando, para montarse en su tranvía que aún funciona llevando a sus pasajeros, turistas casi todos, de una punta a otra de la ciudad.

Pero si hay algo único en Oporto, es una libreria,  la que esta catalogada como la libreria más bella del mundo, recuerda este nombre, Libreria Lello, porque una vez visitado tu concepto de este tipo de tiendas va a cambiar para siempre.

Oporto son sus vinos, que curiosamente estan en otra población, a solo unos metros de Oporto en GAIA. Para visitar sus bodegas tan solo tendremos que cruzar el puente de Luis I para saborear unos caldos portugueses repletos del sabor de una uva, que aún hoy, se sigue recolectando a mano.

Una vez visitada Oporto, ciudad que quizás se puede visitar en un fin de semana, es aconsejable viajar al maravilloso AVEIRO, una pequeña venecia portuguesa, con su canales, sus gondoleros y una magnifica historia por descubrir, a tan solo una hora de oporto y con unas comunicaciones en tren bastante buenas a precio más que razonable.

Como llegar
Se puede llegar en coche, en tren o en avión, pero gracias a los milagros de las Low Cost quizás la mejor opción desde Madrid es RyanAir, en una hora más o menos y por un precio de unos 50 euros ida y vuelta puedes estar el aeropuerto de oporto.

Transporte
Desde el aeropuerto en metro, el primer billete 2,20, pero tienes que guardarlo, porque lo puedes recargar y te ahorras unos centimos. El resto de viaje, te recomiendo andar, andar y andar, sin olvidar un maravilloso viaje en tranvia por algo más de 2 euros que te transportara a la playa y a tiempos pasados por el mismo precio. Para tu viaje a Aveiro, imprescindible, puedes utilizar el tren, algo menos de 6 euros por persona ida y vuelta.

Alojamiento
Por una media de 60 €, un tres estrellas, con desayuno y en pleno centro de oporto, eso es lo que yo encontre en el residencial veracruz, pero las opciones son infinitas y por supuesto los arcos de precio también.

Comida
Podreis comer sin problemas en los distintos restaurantes que os encontrareis, el precio es bastante más bajo que en españa y la calidad es razonable, hay menos por 6 euros bastante decentes, uno de los platos tipicos de Oporto, es la Francesinha, para mi gusto, nada especial, pero siempre esta bien empaparse de la gastronomia del lugar.

Que no debes dejar de hacer

1.- Montarte en el trenecito turistico que encontrarás a las puertas de la catedral, por 6 euros, te paseara por oporto y de paso te llevará a una bodega de vino en Gaia con degustación incluida, así, os ahorrais los 4 euros que suele costar visitarlas solo y realmente merece la pena.

2.- Tomad Café, los portugueses tienen un café infinitamente mejor que el español, textura, aroma, no son comparables, precio tampoco, por 0,80 os podeis tomar una taza de buen café frente al canal en pleno centro de Aveiro.

3.- Aveiro, la venecia portuguesa, es imprescindible, por 5 euros por persona os darán un paseo por los canales en una especie de gondola (aunque más grande con capacidad para varios pasajeros), y por otros 5 euros por persona podeis hacer un paseo a pie maravilloso que os descubrira los secretos de esta preciosa ciudad en algo más de una hora, podeis comprarlo justo enfrente de la oficina de turismo que aparece en los mapas (en la otra orilla del canal, la reconocereis por los Seagate en la puerta ).

4.- El crucero de los 6 puentes, por tan solo 10 euros por persona, un maravilloso paseo en barco por oporto.

5.- La playa, parece obvio pero no puedes dejar de verla, aunque quizás no puedas bañarte.

6.- Para que te lleves para siempre el mejor recuerdo de oporto, deja para el final la Libreria Lello, trata de visitarla en horarios no turisticos para que puedas mirarla en toda su grandeza, su decoración, y sus escaleras (en las que se inspiro la autora de Harry Potter) formarán parte de tus mejores recuerdos viajeros en la categoría de “lugares de ensueño”.

Que no puedes olvidar

Los portugueses no hablan español, pero hacen un esfuerzo tremendo por entenderos, y además lo consiguen, por lo tanto, por favor recuerda estas palabras OBRIGADO significa gracias en portugues y sería fantástico para la imagen de los españoles que lo incluyeras en todos tus conversaciones, no cuesta trabajo y dicen que es de bien nacido ser agradecido.

Y al fin

Lo maravilloso de oporto, es que al fin, cuando aterrizas en España te das cuenta, que no traes contigo un recuerdo, sino una sensación, no esperes enseñar fotografías con las que dejar envelesado a tus conterturios con la torre Eifel, ni siquiera serás capaz de seleccionar unas cuantas postales y marcarlas con un “tienes que visitarlas”, lo magico de oporto es ese viaje en el tiempo, esa sensación de haber vivido algo único, de haber detenido el reloj, de haber pasado durante unos dias por una ciudad sin prisas, sin grandes torres ni monumentos, de haber atesorado un cumulo de senaciones maravillosas, sensaciones de paz y calma que te acompañaran cada vez que alguien te hable de esta magnifica ciudad, a la que, por mi parte, solo puedo sentirme tremendamente OBRIGADO.